martes

El amor cura

Aquí sentado y tratando de escribir algo para ti, quizá te dedique mi epitafio, o simplemente un verso, pero lo que sí te voy a decir es que eres buena conmigo, y a veces pienso que no me lo merezco.
Apareciste saltando cuando yo estaba en cuidados intensivos, y ya nadie se acordaba de mi, trato de disimular mi tristeza y desazón ante ti, pero al final te das cuenta y abrías esas alas de ángel bondadoso y me protegías.

Fui sanando poco a poco gracias a ti, logré extirpar el tumor y mejoré extraordinariamente, al menos ya lograba respirar por mi cuenta, y muy pronto podría caminar solo. Resulta que esa sonrisa que tienes también me sana, más de lo que tú imaginas. Y es por eso que tú sonríes con muchas ganas y a veces hasta compartimos carcajadas.

Me enseñaste a correr, te agradezco por eso, me enseñaste que la vida a pesar de todo vale la pena, y así los últimos rezagos del cáncer que me persiguió durante los últimos meses de mi vida desaparecieron. Me curaste del todo.

Y cada vez que ese cáncer amenaza con volver, tú me tomas de la mano y sonríes, con hacer eso despejas cualquier mal, haces que todo mejore. El amor cura, simplemente tienes que dejarlo pasar, abre tu corazón y no lo rechaces. El amor sana, te lo digo yo que he estado gravemente enfermo. Y ahora contigo gozo de buena salud, no quiero que llegue a perderse eso, no quiero que te alejes, porque muy a mi pesar, al final dependo de ti, eres mi droga, eres ese antídoto que no podré dejar, mi adicción. Por favor no te vayas y aleja ese veneno.