sábado

Nada más

Y cuando el sol ilumina esos labios rosados que solo te pertenecen a ti, yo pienso en besarlos, en acariciarlos, pero tú solo sonríes y coqueteas conmigo, con esos ojos tan hermosos, tan grandes para alguien como tú.
Me aferro a tu mano porque no quiero que escapes, no quiero que te vayas, porque sé que es realidad todo esto, cuando antes todo simplemente era mentira.

Quiero caminar contigo, pero tú corres, y entonces empieza a llover, y te mueres de la risa, respiras hondo y volteas sonriente, y yo respondo esa sonrisa, y te digo "te amo", porque es lo único bien que sé hacer, y espero que nada de esto acabe. Porque sé que es un sueño, y entonces grito tu nombre, siseo, eres tan dulce.

Y esos cabellos como el sol son tan suaves y huelen tan bien, y te lo desacomodas, te gusta hacerlo, te gusta jugar con tu cabello, y me miras y me dices "¿Qué pasa?" y yo te respondo "nada, solo me quedé pensando" "¿En qué?" "En el amor" "¿El amor?" "Sí, porque ahora el amor para mi eres tú", y entonces te ríes y me das un beso, un beso eterno que parece de un ángel, y yo solo quiero que el sol no se vaya.

domingo

Escribir

Yo escribo porque hace que me sienta vivo, escribo porque quiero explorar otros mundos, además escribo porque cuando lo hago me desfogo, porque últimamente me han pasado cosas extrañamente divertidas. Escribo porque quiero, porque me gusta.

No escribo a la fuerza, escribo cuando me da la gana, y pocas veces me da la gana, me gusta escribir cuando estoy presionado, cuando ya todo el mundo se está viniendo encima mio y no tengo otra cosa más que escribir. Me gusta escribir cuando estoy solo, detesto que haya gente a mis espaldas viendo lo que hago, detesto que me estén criticando.

Pocas veces me gusta escribir con la televisión prendida, esta me desconcentra. Suelo escribir sentado, no me gusta escribir en computadoras extrañas, amo mi teclado ya gastado, amo mi lápiz, porque a pesar de que ya haya mucha tecnología yo aún escribo a la antigua, porque así me criaron, y así moriré.

Escribo en este blog porque es la única cosa que puedo hacer por mi mismo, porque es mio, y de nadie más. Escribo en los autobuses porque me gusta mirar a la gente, porque me gusta mirar el paraíso, ese paraíso que más parece infierno, y de esa manera me inspiro. Escribo porque dicen que sé hacerlo, pero yo no les creo, sé que lo dicen por compasión, porque si supiera escribir entonces ya hubiese acabado esos bocetos de libros que aún descansan en libretas con polvo, porque puedo comenzar una buena idea, pero al final termino mal. No me gusta leer lo que escribo, es por eso que termino aquí.