No me tomes una foto:
Flash. Sin flash. Oscura. Muy clara. No importa como salga la foto, si eres flogger la colgarás.
Nacidos en el 2008, dentro de la alta sociedad argentina, a los floggers les gusta tomarse fotos. Su vida son imágenes que van desde el autorretrato hasta la foto en grupo. Un flogger se toma fotos en el baño, en su cuarto, en su colegio, en el pasillo, en la cima de un cerro, sentado, parado, echado, despierto, durmiendo, hasta muriendo. Un flogger no vive, su cámara sí.
Los floggers no son pobres, son hijos de familias muy ricas o que aparentan tener dinero. Un flogger no puede darse el lujo de no vestirse bien.
Con pantalones chupines, de muchos colores, como los del arco iris. Tan estrambóticos que te llegan a cegar con solo verlo. Usan las Chucks, porque según ellos, otras zapatillas no van con ellos. Es su personalidad, su vida, no jodas pues.
Si eres osado y quieres distinguir entre hombre y mujer entonces no podrás. Prácticamente usan la misma ropa y el mismo peinado.
Los flogger adoran su propia imagen, y a nadie más, aderan su "lindo" rostro, aquel que ha sido fotografiado tantas veces, tan usado. Desean que otros los adoren, que los vean, que sueñen con ellos. Sigueme por fa.
Los floggers bailan electro, se mueven como culebras sin parar por horas, un pasito por delante y dos para atras, los floggers convulsionan.
¿Quieres tomarte una foto conmigo?
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